De viaje entre luces y mercados en fin de año
La semana pasada hablábamos sobre las luces de Navidad y los mercados navideños, razón por la que muchos viajamos durante este mes de diciembre. Y es que en muchos lugares son tan espectaculares que merecen una visita estos días previos a la Navidad. Sin embargo, algunos mercados navideños permanecen hasta fin de año, y las luces en las calles hasta reyes, así que una buena alternativa para viajar es también después de haber celebrado la Navidad con la familia, pasando el fin de año fuera. ¿Dónde? Hay muchas opciones, algunas más económicas o más frías que otras.
Hoy os proponemos tres destinos europeos diferentes, donde disfrutar en grande de una noche de fin de año: París, Berlín y Zurich.
París: ¿Fiesta en la Torre Eiffel o en Champs Élysées? Nosotros empezamos el 2016 en la avenida de los Champs Élysées, después de una proyección de culturas y de fuegos artificiales sobre el Arc de Triomf. El lugar estaba lleno de medidas de seguridad por los recientes acontecimientos de la capital francesa y el entorno un poco masificado, pero valió mucho la pena. Y, en estas fechas aún encontraréis varios mercados navideños, entre los cuales el de los mismos Campos elíseos, uno de los más grandes de la ciudad. Pero lo que no os podéis perder son los aparadores de los grandes almacenes Printemps y de las Galleries Lafayette.
Berlín: Aquí cambiamos del 2012 al 2013, y lo hicimos en Tiergarten, delante de la puerta de Brandenburgo (Brandenburger Tor). Había varios conciertos a lo largo de esta gran avenida berlinense, y varias paradas de comida y de bebida, entre las cuáles había cócteles de casi todos los colores. Así que en Berlín, hubo fiesta antes, durante y después de las campanadas (que en Europa es más bien la cuenta atrás) que anuncian el cambio de año. Además, los alemanes tienen los mercados navideños más grandes y más bonitos de Europa, por lo que merecen una visita.
Zúrich: En esta ciudad suiza cambiamos del 2014 al 2015, viendo fuegos artificiales en el lago de Zúrich. Aunque tuvimos que aguantar bastante frío (había nevado bastante el día anterior) fue muy bonito. Además, en esta ubicación había bastantes paradas de comida y bebida (incluso del famoso vino caliente Glühwein) y también un par de discotecas instaladas especialmente para la ocasión en unas carpas en la misma orilla del lago.
Así que si queréis pasar un fin de año diferente y divertido, no dudéis en escoger uno de estos destinos, en los que podéis aprovechar también para vivir el espíritu navideño y hacer turismo.