Ocho visitas imprescindibles en París

París es una ciudad enorme. En ella hay muchas cosas que hacer y hoy os proponemos las ocho visitas obligadas cuando se está por primera vez en la capital francesa. Pero antes de todo, recordaros que existe un abono de transporte (que casi intentan ocultar a los turistas) con el que se puede viajar de forma económica con el transporte público. Y ahora si, empezamos con nuestras propuestas para principiantes en su visita a la gran metrópolis francesa.

     

1. La primera cita obligada en París es visitar la Torre Eiffel.  Visible des de casi toda la ciudad, esta construcció se erigió en motivo de la exposición universal de 1889 de la capital gala. Y a pesar de estar condenada a ser una torre efímera y solo para el período de la exposición se ha convertido en uno de los monumentos más célebres y visitados de la ciudad. Construida con acero, la torre es visitable. Para subir se puede hacer por escaleras o también con ascensor a los primeros pisos. Para los últimos, a 325 metros sobre el suelo, el acceso solo se puede hacer con medios mecánicos. Para subir, es frecuente encontrarse con colas pero es importante asegurarse que el día que se sube hace buen tiempo. Y es que la Torre Eiffel es uno de los mejores miradores de París, justo al lado del Sena. Además, des de lejos, durante la noche se pueden ver los distintos rayos de luz que salen del mismo monumento.

2. Museo del Louvre. Es otra de las grandes atracciones de París. En su patio principal, y antes de entrar, podemos ver su famosa pirámide de cristal pero lo más espectacular del museo está en su interior. En él encontramos unas extensas colecciones de pintura, esculturas y arqueología. Pero a pesar de este gran número de obras artísticas, de todas ellas, la más famosa es la Gioconda de Leonardo da Vinci. Y al visitar el museo es en este punto donde se concentran más visitantes. Son numerosos los turistas que nos encontraremos observándolo y buscando el mejor ángulo des del que hacer una foto intentando evitar el reflejo del cristal que lo protege. Podríamos extendernos más sobre el museo, pero lo mejor es descubrirlo por uno mismo entrando en él.

3. Sin lugar a dudas, la gran avenida parisiense es los Campos Eliseos. Y no se puede marchar de París sin antes haber paseado por ellos. El paso central está reservado a los coches que circulan escoltados por dos grandes hileras de árboles que los separan de las aceras. Durante la caminada por la avenida nos encontramos con numerosas tiendas de lujo. Además, des de 1975 es el punto donde finaliza el Tour de Francia.

4. Al final (o principio) de la misma avenida de los Campos Eliseos nos encontramos con el Arco de Triunfo. Igual que la Torre Eiffel es visitable y se puede subir hasta su tejado para observar la ciudad. No son las mismas vistas que des de la torre de telecomunicaciones pero des de aquí, se puede observar el skyline con el edificio que diseñó Eiffel.

5. Notre Dame es la gran catedral de París. Se alza junto al Sena y ocupa más de 5.500 metros cuadrados. De estilo gótico es resultado de diferentes influencias arquitectónicas, destacan en su parte frontal dos grandes torres de 69 metros de altura cada una. Es patrimonio mundial de la humanidad y el cine la inmortalizó con El Jorobado de Notre Dame.

6. El Sagrado Corazón es otro de los grandes templos de París. Alzado en lo alto del barrio de Montmatre des de su exterior se tienen muy buenas vistas de la ciudad. Y en realidad, los más espectacular de la iglesias es su inmensidad ya que hace 35 metros de anchura y 83 de altura en su punto más alto. Para llegar a ella se puede utilizar el funicular de Montmatre que funciona des del 1900. Pero también se puede llegar andando, todo paseando por las calles de su alrededor que son muy activas. Cuentan con numerosas tiendas y muchos restaurantes. Además, está muy cerca de la plaza del Tertre, donde durante el día se reunen muchos pintores.

7. Para las parejas también es imprescindible hacer un paseo con una Bateux Mouche por el Sena. Se puede hacer durante todo el día, pero coger la barca justo antes del anochecer es un buen momento para disfrutar de las vistas durante el día, observar el cielo rosado cuando se despide el sol y finalmente poder disfrutar de los edificios de la riba del río Sena iluminados, como son, por ejemplo la misma catedral de Notre Dame.

8. El Moulin Rouge es el cabaret por excelencia de París. Des de fuera del recinto se puede ver el característico molino que da nombre al espacio. Además, también se puede ir a ver su espectáculo, aunque no son nada baratos y se debe reservar con un poco de antelación. También se puede entrar y visitar el hall del teatro sin necesidad de ver ninguna obra.

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