Manresa: los 5 iconos que no te puedes perder
Manresa tiene entre sus habitantes una fama de ciudad gris pero la realidad es que la ciudad tiene algunas joyas que ningún visitante se puede perder. Vamos a hacer una lista de cinco lugares de visita obligada cuando se va a la ciudad.
- La basílica de la Seu. Es el nombre con el que se conoce popularmente la Col·legiata Basílica de Santa María y es uno de los templos góticos de la ciudad. Si se viene desde Barcelona junto con la iglesia de la Cova (esta de estilo barroco) y el Pont Vell preside la entrada de la ciudad. Berenguer de Montagut es el arquitecto (o maestro de obras) que diseñó esta basílica, el mismo que proyectó la iglesia de Santa María del Mar de Barcelona. Aunque su construcción se inició en el siglo XIV, no fue hasta los años 1015-1935 cuando estuvo finalizada. Se construyó su fachada principal, obra del arquitecto Alexandre Soler i Marc, de estilo neogótico, y se inspiró en una idea del brillante arquitecto modernista catalán Antoni Gaudí. Como curiosidad decir que esta puerta principal casi siempre está cerrada y para acceder al templo se hace por una de sus puertas laterales.
- La Cova. De nuevo nos encontramos con un templo como referencia obligada a visitar en la ciudad. Esta construcción de estilo barroco es la más destacada del paso de San Ignacio de Loyola por la capital del Bages. Aquí, el santo escribió sus ejercicios espirituales y actualmente es la sede de los jesuitas. El conjunto está formado por una iglesia de importantes dimensiones y también otra de más pequeña, conocida como la “Coveta”, un espacio muy acogedor para quién desee dedicar un tiempo al rezo. El recinto también cuenta con el convento en el que viven los integrantes de la Compañía de Jesús.
- El Pont Vell. Como decíamos, la entrada a la ciudad cuenta con tres iconos. El Pont Vell es el tercer de ellos. Este puente de piedra permite cruzar el río Cardener y en su tiempo entrar a la ciudad. El puente es solo peatonal y no es de los más usados para llegar a la “otra orilla” del río. El actual puente fue reconstruido en los años sesenta y es una fiel reproducción del puente medieval que había en el mismo lugar y que fue destruido en el año 1939. Formado por 8 arcos tiene una altura máxima de 25 metros sobre el nivel del río y su longitud es de 113 metros. Un punto ideal para tener una vista tanto del Pont Vell como de la Seu y la Cova es desde el barrio de la Balconada o desde la Torre de Santa Catarina.
- Passeig de Pere III. Se trata de una de las principales arterias de vida de la ciudad. Dividida en tres tramos, el primer de ello es el más interesante. En otra ciudad se llamaría Rambla y es el lugar ideal para pasear por la ciudad. Y es que a lo largo de este primer tramo nos encontramos también algunos de los edificios modernistas más importantes de Manresa. Y de entre ellos el Casino, ahora reconvertido en biblioteca y centro cultural, y el Kursaal, teatro y espacio de artes escénicas son los dos más famosos y representativos. Además, en el Passeig de Pere III o muy cerca de esta calle, están otros edificios del mismo estilo modernista como la casa Lluvià, torre modernista que hoy es sede del colegio de arquitectos.
- Ca la Buressa o Casa Torrents. Es otro de los edificios modernistas del centro de la ciudad. Se trata de un edificio de grandes dimensiones concebido como una casa-palacio de estilo neogótico por el arquitecto Ignasi Oms i Ponsa. Se encuentra en la plaça de Sant Domènec, uno de los espacios más céntricos de la ciudad y escenario de numerosas actividades ciudadanas.
Y no nos podemos olvidar que desde muchos puntos de la ciudad (si es con un poco de elevación o sin obstáculos delante) disfrutaremos de unas excelentes vistas a las montañas de Montserrat.