El Mercado de Narbona
El Mercado de de Narbona, conocido como Les Halles, está situado justo al lado del canal que cruza esta ciudad del sud de Francia. Aunque lo importante de los mercados siempre está dentro, en el caso de Narbona destaca también su exterior, por su característico edificio. La parte inferior de este mercado de abastos está construido con ladrillos mientras que la mitad superior de la pared está protegida con unos cristales oscuros que en su fachada principal está decorada con imágenes en blanco y negro. Este hecho le da una importante singularidad y espectacularidad. Se puede visitar cada día, de lunes a domingo, de las 7 de la mañana hasta las 2 del mediodía.
Mercado pequeño y concurrido
El mercado de Narbona es relativamente pequeño pero está en proporción con las dimensiones de la ciudad. Y la realidad es que en su interior es una gran representación de la variedad de la gastronomía francesa. El mercado actualmente alberga unas 70 paradas diferentes: carnicerías, panaderías, pescaderías, bodegas y todo tipo de productos alimentarios frescos.
En su interior descubrimos diferentes carnicerías que cuentan con unas espectaculares piezas de ternera. Algunas son enormes y si entras a la hora de comer, te va a entrar el apetito. Pero el mercado es mucho más. También cuenta con paradas especializadas en queso, tanto francés como otros quesos procedentes del resto del mundo, en especial de Italia.
Y en la parte más central, el protagonismo es para las paradas de frutas y verduras. En el momento que nosotros visitamos el mercado, a principios de mayo, nos encontramos con una de las frutas más deliciosas: las cerezas de Ceret y que solo se encuentran en este momento del año al tratarse de fruta muy estacional. También podemos ver una gran variedad de tomates y otras frutas y verduras.
Si seguimos con nuestro recorrido por el interior del mercado de Narbona, nos vamos a encontrar también con las pescaderías. El atún y las ostras son dos de los productos del mar que más llaman la atención en estas paradas del mercado. Tampoco nos pasan por alto las panaderías y pastelerías que ofrecen los dulces más típicos de la región y a los que será extremadamente resistirse. Pero antes de los dulces, si nos acercamos al mercado durante el mediodía podemos comer en uno de los bares que hay en su interior. Es típico comer sentado en la barra o directamente, de pie, todo disfrutando de los productos más típicos y frescos del mismo mercado de abastos de Les Halles. Esto lo convierte en el lugar ideal para finalizar un paseo matutino por esta ciudad del sud de Francia.
Una forma para completar la estancia o visita durante un viaje en Narbona disfrutando de la gastronomía es con un menú en les Grands Buffets. Allí encontraremos una gran variedad de la oferta y cultura culinaria de Francia.