Guimaraes: viaje a la cuna de Portugal
Llegar al centro de Guimaraes es volver al periodo medieval, es llegar a la cuna de Portugal. Se trata de una ciudad que a pesar del paso de los siglos –su castillo data del siglo X– ha crecido manteniendo todo su aire histórico y conservando a la perfección sus construcciones medievales.
Los orígenes de Guimaraes se remontan al mismo siglo X cuando la contesa Mumadona Dias ordenó la construcción del castillo como plaza defensiva junto a un monasterio que fijó el primer núcleo de población estable en el sitio. Y precisamente, según la leyenda es en este punto en el que nació Portugal, en el siglo X.
En el mismo pequeño monte encontramos la ermita de San Miguel, que es un auténtico ejemplo del arte románico portugués del siglo XII. Y también muy cerca encontramos el palacio de los duques de Bragança que esta misma familia, muy poderosa, ordenó construir en el siglo XV. Con el paso del tiempo, pero, el edificio cayó en desgracia y después de ser convertido en un recinto militar en el siglo XIX, quedó totalmente abandonado. Pero a pesar de esto, durante el siglo XX se restauró el palacio y ahora se ha convertido en un museo en el que se explica como era la vida diaria de los marqueses durante la Edad Media en Portugal.
Visitado la parte central del núcleo medieval pero sin salir de las murallas, una recomendación es sentarse a comer o cenar en una de las terrazas de los restaurantes de la plaza. Allí se pueden comer platos tradicionales y también modernos en pleno ambiente medieval sin necesidad de reproducirlo a base de disfraces o paraditas.
Y si nos alejamos un poco del centro, en las calles extramuros, Guimaraes no es ninguna excepción entre los municipios portugueses y está lleno de iglesias que permiten hacer un repaso de las grandes corrientes arquitectónicas europeas des de la Edad Media hasta la actualidad.
Ir a Guimaraes es una opción muy recomendable si se pasan unos días en la ciudad de Oporto. Se puede llegar fácilmente en tren –el recorrido dura un poco más de una hora y hay servicio des de primera hora de la mañana hasta la noche- y el solo hecho de salir de la estación de San Bento ya vale la pena (el precio del bitllete de ida y vuelta cuesta unos 7,5 euros). Y también se puede llegar en coche en unos 45 minutos.