Las Cataratas del Niágara

Llegamos a las Cataratas del Niágara a las 10 de la mañana, con una lluvia espectacular que pensamos que nos desgraciaría tanto el día como la excursión. Lo primero que hicimos fue ir al primer centro comercial que encontramos a comprar un paraguas, que justo era en el interior del Fallsview Casino Resort. Empezamos a pasear por el lado del río Niágara observando las tres cataratas debajo de un cielo totalmente negro. Pero el tiempo cambio radicalmente de la mañana a la tarde. Sobre la 1 dejó de llover y pudimos coger el “Maid of the Mist”, el barco que te acerca a las cascadas. La actividad está bien, pero vale $18,25 por solo 15 minutos. Si el tiempo es bueno también es interesante la actividad de bajar a las cataratas “Journey Behind the Falls”, que cuesta $16,25. Y sobre las 4 de la tarde salió el sol y el arco iris en las cascadas estadounidenses, por lo que no os desaniméis si cuando llegáis allí el tiempo no es bueno, con un poco de suerte cambiará.

Importante:
1 – Las cataratas se tienen que observar des del lado canadiense, ya que solo así se tiene la vista completa de todas ellas. En nuestro caso, que ya estábamos en Canadá, no tuvimos que pasar la frontera.
2- Hay tres cataratas: la catarata canadiense (la más espectacular y bella), la catarata estadounidense y la catarata “Velo de Novia” (la más pequeña y también estadounidense).
3 – Si viajáis en bus tened en cuenta que hay más de una parada en la población de Niagara Falls, debéis comprar el billete para bajar en la parada de “Fallsview Casino”, que es donde se encuentran las cataratas. En general, en la ida no hay problema para bajar en un sitio o en el otro, pero si después para subir y emprender el camino de vuelta. Además, esta segunda parada queda un poco alejada de la zona más turística.

Una vez vista la catarata canadiense desde cerca (desde arriba) y realizado alguna actividad para verla desde abajo, uno se va a comer en “Las Vegas del Niágara”. Y es que justo a 4 pasos de esta maravilla natural, se encuentra una calle llena de comercios ambientados cada uno de ellos en una película famosa americana.