San Francisco: en coche por las curvas de Lombard Street
La ciudad de San Francisco se caracteriza por sus colinas y sus pronunciados pendientes. Pero de todos ellos destaca Lomabard Street. Y si se ha viajado allí en coche, bajar por esta calle en la que la calzada hace ziga-zagas es una experiencia única, casi irrepetible.
Esta calle es de sentido único, de bajada, y lo habitual es que haya coches haciendo cola para esperar su turno para poder descender por ella. El descenso es lento pero es una experiencia única.
Y tras la bajada por esta calle, que tiene unos 40 grados de inclinación (no es la más inclinada de la ciudad pero si la más famosa) es el momento ideal para aparcar y volver a la calle, situada entre Hyde y Leavenworth, y volver a Lombard Street a disfrutar de los otros vehículos.
Y es que tan singular es la experiencia de bajar con el coche por Lombard Street como ver el descenso de los otros coches entre las flores que dan vida y color a esta calle con personalidad propia. Y es que viendo los coches sobre entre las curvas y las plantes, parece que están bajando por una auténtica montaña rusa.
Y con el coche también resulta una experiencia única conducir por otras de las calles con grandes pendientes de la ciudad. En algunas ocasiones, la subida es tan pronunciada que casi ni se ve la parte delantera del coche ni las sorpresas que puedes encontrarte en la misma calle. Por esta razón, es muy importante que, a pesar de disfrutar en el volante, conduzcas con mucha precaución.