Terra Vinea, una bodega en una mina en Narbona
En un mundo saturado de propuestas enoturísticas cada vez resulta más difícil encontrar una propuesta diferente y original. Pero en Francia, país del vino por excelencia, esto aún es posible con la experiencia de Terra Vinea. Además es un lugar ideal para visitar con niños.
Está en Portel des Corbières, en la región de Narbonnaise, a tan solo 20 minutos al sud de la ciudad de Narbona. Y allí, el vino realiza un auténtico viaje bajo tierra donde envejece. El lugar es muy especial ya que se trata de una antigua mina de yeso en la que tras cerrar sus puertas los viticultores de la zona la compraron (por un precio simbólico) con el objetivo de envejecer allí, en miles de barricas sus vinos y convertirla en un centro de atracción enoturística para la región.
La visita a Terra Vinea empieza en el centro de visitantes donde se coge un pequeño tren que nos llevará hasta la entrada de las antiguas minas. Es aquí donde tras pasar por una larga galería descubriremos el espacio donde envejece el vino en sus barricas (de roble francés, obviamente). Antes, justo en la llegada, también podremos ver la antigua mina al aire libre, ya que está justo delante del aparcamiento.
Siguiendo con la visita, las cavidades de la mina son espectaculares y además en algunos puntos se pueden observar también lagos subterráneos.
La visita a este espacio va más allá que conocer sólo el proceso de elaboración del vino. Durante el recorrido se descubre parte del proceso de producción del vino pero sobretodo, la historia y la importancia que ha tenido el sector vinícola en el desarrollo y la economía de esta región francesa.
De hecho, en su interior, tras el espectáculo de luces y sonido que da inicio a la visita, se pasa por diferentes túneles excavados bajo la roca en los que se han reconstruido diferentes espacios, como por ejemplo una antigua villa romana o una taberna medieval. Estas recreaciones, junto al trenecito, hacen que sea un buen lugar para realizar una visita enoturística con niños ya que de ningún modo se trata de una bodega convencional.
Además, en su interior también descubriremos antiguas máquinas usadas para el cuidado de la viña o la producción de vino.
La visita se puede realizar con audioguia en diferentes idiomas (el guía en persona habla en francés), entre ellos el español.
Al final del recorrido, de vuelta al centro de visitantes, se realiza una cata de diferentes vinos de la zona y también se pueden comprar en la tienda, donde también hay productos de alimentación típicos de la zona.
El precio de la visita a Terra Vinea (en 2017) es de 9,40 euros para los adultos, 8,30 para los jóvenes de entre 13 y 17 años y de 5,4 euros para los niños de entre 5 y 12 años de edad.
En total, la visita a Terra Vinea tiene una duración aproximada de 1 hora y 30 minutos. Antes de ir es importante consultar los horarios ya que se realiza un número limitado de expediciones cada día. Si se va al mediodía, el espacio cuenta con un restaurante sencillo pero en el que se pueden probar algunos platos típicos de la zona o la gastronomía francesa. Y evidentemente se pueden acompañar con vinos de la región. En el pueblo también hay algunos restaurantes pero no resultan tan económicos como este.
Esta es la ubicación de Terra Vinea
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4 Respuestas
[…] y a la explicación de su proceso de elaboración. Esta espacio, pero, no sustituye al espectacular Terra Vinea, una bodega bajo tierra en una antigua […]
[…] En el blog ya os hemos realizado dos propuestas para hacer cerca de la ciudad, son la visita a Terra Vinea y a las salinas de la isla de San Martín. Ahora os proponemos seis actividades para realizar en el […]
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