Como vender un inmueble proindiviso
Un proindiviso es cuando se comparte la propiedad de un bien, como por ejemplo un inmueble, con una u más personas sin que se concrete que parte pertenece a cada una de ellas. Esto sucede cuando, por ejemplo, una pareja o matrimonio compra un coche o un piso a medias pero también se puede dar en otras situaciones como por ejemplo cuando unos hermanos, primos o personas con otra relación o sin ella, reciben una herencia como puede ser un inmueble como por ejemplo la una primera residencia o un apartamento en la playa o la montaña de la persona difunta. En estos últimos casos no es nada extraño que por diferentes razones puedan surgir conflictos entre los diferentes propietarios de este condominio. Una solución para evitar estos conflictos y también los gastos que lleva una copropiedad cuando uno de los dueños no la quiere es venderla. Y para ello existen empresas compra proindiviso. Se trata de sociedades especializadas y que no tienen problemas para comprar la parte de un inmueble que después se sigue compartiendo con el resto de propietarios que no han querido vender.
La venta a una empresa especializada es una forma rápida para poder salir del inmueble y si por ejemplo se trata de una herencia es también una fórmula para obtener liquidez para afrontar el impuesto de sucesiones –vigente en algunas comunidades autónomas que perjudica especialmente cuando se hereda a partir de cierto valor bienes inmuebles- evitando la descapitalización o incluso tener que solicitar un crédito. Y todo se puede hacer sin tener que esperar el mencionado acuerdo con el resto de propietarios para vender.
Y es que los conflictos de los que hablábamos entre propietarios pueden ser muy variados y empezando por la ya mencionada venta del inmueble, cuando uno quiere vender y el resto no. Otros problemas que pueden aparecer pueden ser alquilarlo o no, riñas por quien afronta los gastos que genera (IBI, basuras…) o disputas en los turnos para disfrutar por ejemplo un pequeño apartamento en la playa –todo el mundo quiere siempre los fines de semana de verano y nadie los de invierno- o en la montaña, donde todo el mundo quiere acudir justo después de la Navidad y pasar el fin de año y los días de reyes deslizándose por las pistas cubiertas de nieve y estar calentarse con el fuego de la chimenea durante las tardes y las noches.