El pueblo marinero catalán con más encanto: Cadaqués

Cadaqués es el pueblo más oriental de la península Ibérica y llegar a él no es fácil. Nos esperan unos cuantos quilómetros de curvas mientras travesamos las montañas que lo rodean, pero la dificultad vale la pena. Además, durante el camino encontraremos varios miradores en los que vale la pena pararse, respirar hondo y sacar algunas fotos del paisaje que nos rodea, el Cap de Creus, declarado parque natural en 1998.

Este pequeño pueblo pintoresco de la Costa Brava conserva totalmente su historia y espíritu marinero, que se aprecia a simple vista por sus casas blancas y las barcas en la playa. Sirvió de inspiración a artistas como Pablo Picasso y Salvador Dalí, y éste último fijó su residencia aquí, en la playa de Portlligat, la cual se puede visitar (Casa Museo Salvador Dalí).

Además de ser el pueblo catalán con más encanto también es un lugar muy apreciado para escapadas románticas, ya que no se necesita más de un día para visitarlo y la mejor forma de hacerlo es paseando y perdiéndose por sus estrechas calles del casco antiguo y descubriendo rinconcitos escondidos. Y, luego, descansar en alguna de sus playas con vistas al casco, a la iglesia de Santa Maria y a la bahía.

Aunque si se prefiere seguir un orden para no dejarse nada, recomendamos seguir la ruta de los indianos, cadaquenses que se fueron a hacer fortuna a Cuba entre el siglo XIX los primeros años del siglo XX. Este paseo incluye:

  • Casa Serinyana: Casa modernista e icono de Cadaqués, proyectada por el arquitecto Salvador Sellés entre 1910 y 1913.
  • Casa Pont: Casa modernista de 1910 situada en el paseo marítimo.
  • Casa Rahola y Plaza de Federico Rahola: Edificio del siglo XIX de estilo neoclásico.
  • Casino de l’Amistat: Edificio cedido por la familia Godó a la sociedad La Benèfica y que se convirtió en punto de trovada de los americanos cadaquenses-cubanos.
  • Bahía de Cadaqués: Punto de partida de los americanos cadaquenses.
  • Can Costa: Edificio neomedievalista de Salvador Sellés, construida entre 1911 y 1929.
  • El Café de La Habana: Bar donde se exponen imágenes y objetos de los cadaquenses que vivieron la aventura americana.
  • Plaza del Dr. Pont: Dedicada al médico y periodista Antoni B. Pont, nombrado hijo predilecto de Cadaqués.
  • Escuela pública Caritat Serinyana: Dedicada a la esposa del americanista Frederic Rahola, de la familia Serinyana.
  • Cementerio: De estilo neoclásico y con vistas espectaculares sobre Portlligat. Es una lección de historia en piedra a través de panteones.

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