La Fia-Faia, la Nit de Nadal es Patrominio de la Humanidad
La Fia-Faia es una de las tradiciones más ancestrales del solsticio de invierno en los Pirineos del Berguedà. Se trata de una bajada de antorchas que año tras año se realiza por Nochebuena, la “Nit de Nadal” en los pequeños pueblos de Sant Julià de Cerdanyola y Bagà, en el Prepirineo de Barcelona.
Esta fiesta de orígenes remoto ha sido declarada por la Unesco como Patrimonio Immaterial de la Humanidad, junto a otras bajadas de antorchas de los Pirineos de Catalunya. Pero estas son más especiales ya que las otras bajadas se celebran por el solsticio de verano y no por el de invierno.
La fiesta empieza más o menos a la hora de la puesta del sol en la montaña. Se enciende una hoguera y allí también se encienden las diferentes faies, que se bajarán des de la montaña hasta el centro de cada pueblo.
En concreto, tanto en Sant Julià de Cerdanyola como en Bagà, en el centro del pueblo se hacen las hogueras en la misma plaza de la Iglesia. Allí, las faies o antorchas queman en el suelo hasta que se apagan. Y mientras van quemando, los más atrevidos saltan por encima del fuego y también se hacen algunas oraciones. Parece ser que el objetivo es que el día no se haga más corto. Y de hecho, las plegarías son escuchadas porqué a partir del siguiente día, los minutos diarios de sol cada día son más.
Las faias se hacen con una hierba, llamada Cephalaria leucanta, de la que se dice que tiene poderes purificantes y que se han recogido en el bosque una semana antes del solsticio. Para hacer las antorchas, la hierba se va trenando hasta que hacen entre uno y cuatro metros de largo y entre 15 y 30 centímetros de gruesas.