Las seis visitas imprescindibles en Narbona
Narbona es ahora una pequeña ciudad del sud de Francia pero ha tenido una gran importancia histórica. La ciudad tiene sus raíces en la época romana y estaba situada en la Vía Domitia. En el blog ya os hemos realizado dos propuestas para hacer cerca de la ciudad, son la visita a Terra Vinea y a las salinas de la isla de San Martín. Ahora os proponemos seis actividades para realizar en el centro de la ciudad de Narbona. La visita a la ciudad es relativamente rápida ya que es pequeña y todo está muy cerca.
- La Via Domitia. Como os decíamos la ciudad romana estaba situada en la Via Domitia, una de las grandes vías de comunicación de la época de los romanos. Y actualmente aún se conservan algunos de los restos de esta vía que se pueden ver y pisar en la plaza del Ayuntamiento de la misma ciudad de Narbona.
- Horreum. Son unas antiguas galerías Romanas que están bajo tierra. Actualmente son visitables y en ellas se ha reproducido parte del estilo de vida de los romanos. Cuentan con unas gruesas paredes de piedra y tienen diferentes cabidades. El primer domingo de casa mes, la visita es gratis.
- El canal de de la Robine. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO este canal cruza la ciudad de Narbona y con 32 kilómetros de largo une el canal del Mediodía (Canal du Midi) con el Mediterráneo. En la ciudad existen diferentes puentes que cruzan el canal de la Robine. El Ponts des Marchants es uno de los más bellos.
- La catedral. Construida entre 1272 y 1340, de estilo gótico e inspirada en las grandes catedrales del Norte de Francia, la catedral Saint-Just y Saint-Pasteur es el monumento más representativo y con más prestigio de Narbona. Además de su belleza, destaca por su altura. De hecho, es la cuarta catedral más alta de Francia, con 41 metros. Aunque dicen que aun está inacabada, visitar el interior para apreciar su altura es totalmente recomendable. La visita es gratis, eso sí, se deben respetar los horarios de apertura: de 9 a 12 de la mañana y de 4 a 6 de la tarde.
- El mercado de Les Halles. Muy cerca del canal de la Robine nos encontramos con el mercado de Les Halles. Es un mercado relativamente pequeño, con unas dimensiones en proporción con las dimensiones de la ciudad. Pero en su interior nos encontramos con una gran variedad de productos gastronómicos típicos de Francia. Hay fruterías con mucho producto de temporada, y cuando vamos nosotros, las paradas de fruta están llenas de cerezas de Ceret, pescaderías (con las ostras entre sus productos estrella), carnicerías, pastelerías y también una serie de bares que al mediodía son muy recurridos y son el lugar ideal para comer a un precio económico con una excelente comida.
- Les Grands Buffets. Es un gran restaurante en el que se puede disfrutar de productos propios de la alta gastronomía francesa. Hay una gran variedad de quesos, patés, foie, productos del mar (ostras, gambas, cangrejos), ancas de rana, caracoles, pollo… y platos que se cocinan al momento, como pato, huevos trufados, steak tartar de caballo o buey, y ostras gratinadas, entre muchos otros. El precio, en 2017, es de 32,9 euros, bebidas a parte (excepto la jarra de agua). Es aconsejable reservar con antelación, y se puede hacer fácilmente por Internet, desde su página web.